Sol de Domingo
Llegar a casa justo en ese momento en que el sol se esconde y la luz tiñe de naranja la pared de la terraza. Salir a fotografiar el bambú y recordar un finde cotidianamente redondo??
Decidirme de una vez por todas, con la fuerza que te da los viernes tarde ( todo es posible!) a comprar mi compañera de captar momentos bonitos; llevarnos las madres de mis mejores amigas a tomar los vinos del viernes, compartir con ellas los bares, los temas y las tapas favoritas ( y tmb gintonics y san franciscos!).
Levantarse un sábado lluvioso para pasear y desayunar por bcn y patinar sobre hielo, (descubrir que tu novio es un artista y que a ti se te ha olvidado frenar); pasear por gracia, comer en la plaza del Diamant y alargarlo hasta el vespre" rodeada de amigos de mis amigos 'que son también mis amigos' y acabar el día subiéndote en un ascensor antiguo de esos edificios bonitos para visitar a los cuñis más molones ( que no hipsters ) que una puede tener!
Volver a casa justo para cenar una pizza de semillas, tomillo, cebolla y beicon y dormirme en el sofá a tu lado.
Levantarse el domingo con la canción más "happy" del momento ( que me enseñó el amigo que más quiero de todos los momentos), limpiar la casa para ir a comer mil delicias con la family y pasear por la montaña embarrada.
Volver a casa justo a la hora en que la luz del sol baña el comedor y se despide hasta mañana, llenar la bañera de agua, poner música y confirmar que ha sido un finde cotidianamente redondo.
Recoger esa energía y evocar la sensación de que una nueva semana empieza y otra vez, todo es posible y todo depende de uno mismo.
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