Que los años y el presente nos sorprendan a l@s dos...

Será cosa de habernos conocido en una ciudad llena de magia que mis horas a tu lado siempre tienen un brillo especial.

Sea verano o invierno, sea un rato o unos días, sea Barcelona, Madrid, Roma o Edimburgo siempre nos descubrimos sitios nuevos, llenos de encanto. Esta vez me recogiste y me llevaste debajo de tu paraguas molón a comer a Dry Martina, una chulería!

                          

En Fuencarral encontré zapatitos de princesa y como siempre que vengo a esta ciudad, descubrí un rincón secreto precioso en el que te olvidas que estás en el centro de una ciudad llena de vida para fantasear con los colores de los pavos reales y los faisanes y imaginarte en otra época o directamente en una burbuja, sin tiempo ni distancia.

 

Vibré con la voz de Ferreiro a tu lado, me removí enterita por dentro con sus letras y grité cogida de tu mano sus viejas canciones para reírnos después de las nuevas grupies.

Pero lo mejorcito de todo es seguir teniendo las mismas conversaciones cómplices, compartiendo momentos vitales paralelos y sus respectivas conclusiones. Un día será tomando un gin en el bar de moda de Malasaña o Gràcia y otro en un sofá en pijama con vistas al Palacio de Oriente pero siempre seremos Viento y Luna*.  

Pero si miras dentro de lo que somos tendrás más aire, tendrás el mundo, tendrás el tiempo, tendrás el sueño.